Artesanía

El término artesanía hace referencia al trabajo manual realizado por una persona sin el empleo de la energía mecánica, por lo que cada pieza es diferente a las demás, diferenciándose así del trabajo en serie o industrial.
Existen quienes piensan que la artesanía es un concepto intermedio entre el diseño y el arte, mientras que otros consideran que se trata de una continuación de los oficios tradicionales, en los que la estética y el sentido práctico del objeto elaborado tienen un papel preponderante.
La artesanía abarca diversas especialidades como por ejemplo la orfebrería, alfarería, tallado de piedras, artesanías del hierro, cerámicas, vidrio soplado, damasquinado, ebanistería, cestería, tapicería, marroquinería, realización de vidrieras, talabartería, tejidos, etc.
Cada uno de estos tipos de producción artesanal dispone de características específicas, además de métodos y procedimientos particulares que son establecidos e imitados para que los resultados sean en cada caso los esperados.
Algunos tipos de artesanía de partes puntuales del planeta son reconocidos porque se relacionan de manera directa con tradiciones, materiales e intereses singulares. Por ejemplo, son representativas de Venecia las máscaras de fina belleza, los azulejos de Portugal, España o el litoral de África, los productos regionales de Argentina como el mate, el poncho, y la cestería de diversas regiones de América Central, entre otros.
Es cierto que cada pueblo o región concentra su saber y su sentir en su trabajo diario. Una muestra de ello son sus productos artesanales. La arcilla, los metales, las fibras vegetales, la piel, la madera son elementos naturales usados para la confección manual de los distintos objetos tradicionales.
Jarras, tapices, alfombras, cestas, instrumentos musicales, baúles, platos, pañuelos, sillas, muebles son solo algunos de los productos artesanales más desarrollados  a lo largo y a lo ancho de la vasta geografía española.
Productos artesanales típicos de España
La artesanía en España es muy variada, por lo que  cada comunidad autónoma cuenta con diversos productos identificativos. Por lo general, sobresale la elaboración de trabajos en cerámica, como los realizados en Castilla y León, Granada, Talavera de la Reina, Asturias y Canarias. Sobresalen por su singularidad las piezas de cerámica de Calanda, en Teruel, que son realizadas “a churro”, esto es, sin la ayuda de torno ni de la rueda. Allí, también es posible encontrar cántaros, barreños y perretas  hechas con la misma técnica, de igual manera que las vasijas de las Islas Canarias.
Calderos, cántaros, chocolateras de cobre, así como cazos, velones, braseros de bronce, se siguen fabricando, conservando su aspecto tradicional, en sitios como Granada, Guadalupe, Navafría, y Albacete.
La confección en hojalata de aceiteras, alcuzas, candiles, moldes para pasteles, lecheras, medidas de aceite, entre otros artículos, está muy extendida por toda España.
En cuanto a los usos tradicionales dados a la madera, retrancas ornamentadas con incisiones del Pirineo catalán y aragonés son una muestra de los trabajos en madera que aún se continúan realizando. Al igual que zuecos y muebles artesanales.
Son muy reconocidos los tejidos de la Alpujarra granadina por sus colores rojo, negro, azul y canela, así como los “bordados“, sobre todo de  Salamanca y Segovia, aplicados a manteles, cubrecamas y delantales.
Por otro lado, la paja, el esparto, la palma, el palmito, el mimbre, los caños y juncos y la anea, son todos los materiales utilizados para los trabajos en cestería, como cestos, canastillos, sombreros, tapas para tinajas, sillas, etc.
La guarnicionería y la talabartería son famosas en España, fundamentalmente en Huelva, Sevilla, Albacete y Madrid, en especial por la elaboración  artesanal de piezas para la caballería, como es el caso de sillas de montar, cabezales y demás objetos. Otras artesanías en piel y cuero, como monederos, billeteros, cinturones y petacas, pueden encontrarse en los numerosos talleres existentes en el país hispano.